El Impacto de la Decapitación de una Escultura Religiosa en Austria

Una escultura que representaba a la Virgen María en el acto de dar a luz a Jesús fue decapitada en la Catedral de Santa María en Linz, Austria, solo unos días después de ser exhibida como parte de una exposición dedicada a explorar el papel de la mujer en la fe y la tradición. La obra, titulada "Crowning" y creada por la artista austriaca Esther Strauß, provocó una fuerte indignación entre algunos cristianos conservadores que la calificaron de "blasfema" y "escandalosa". Finalmente, un desconocido decapitó la figura.

 Un representante de la diócesis de Linz confirmó que la cabeza de la escultura también fue sustraída del lugar. Hasta la fecha, el responsable del acto vandálico no ha sido identificado. La obra "Crowning", que muestra a la Virgen María desnuda de cintura para abajo, formaba parte de la exposición colectiva DonnaStage en la catedral de Linz. Esta exposición, que presenta el trabajo de 30 mujeres artistas, tiene como objetivo examinar los roles de género y la igualdad en el marco del centenario de la consagración de la catedral. Strauß comentó que creó la escultura para "abordar la brecha en el nacimiento de Cristo desde una perspectiva feminista", criticando las representaciones idealizadas del nacimiento de Jesús. "La mayoría de las imágenes de la Virgen María fueron creadas por hombres y, por lo tanto, a menudo han servido a intereses patriarcales", señaló.

Desde su debut el 27 de junio, la escultura recibió críticas y una petición para su retirada, alegando que la obra ignoraba el hecho de que "el nacimiento de Cristo es uno de los misterios centrales de la fe cristiana" y destacando que los artistas han evitado intencionalmente representar a María en labor de parto durante los últimos 2.000 años.

 Tras el acto de vandalismo, la catedral decidió retirar el resto de la escultura y denunció el incidente a la policía. Johann Hintermaier, vicario episcopal de educación, arte y cultura, expresó su consternación y condenó enérgicamente el acto de violencia y destrucción, subrayando su rechazo al diálogo y el ataque a la libertad artística.

 Esther Strauß no respondió de inmediato a las solicitudes de comentarios de Hyperallergic, pero en una declaración publicada por la catedral, afirmó que quien decapitó la escultura "actuó de manera muy brutal". Añadió que "esta violencia es una expresión de que todavía hay personas que cuestionan el derecho de las mujeres a su propio cuerpo" y subrayó la necesidad de oponerse firmemente a ello.