La Saga de un Robo y su Triunfal Regreso a Chatsworth House

La Saga de un Robo y su Triunfal Regreso a Chatsworth House

El intrigante mundo del arte a menudo nos sorprende con historias de recuperación y reencuentro inesperados. Piezas que alguna vez se temieron perdidas para siempre, como los cuadernos de Charles Darwin o obras de valor incalculable vinculadas a mafiosos, a veces emergen en lugares sorprendentes, devolviendo la esperanza a sus legítimos dueños. Recientemente, Chatsworth House, la icónica residencia histórica del duque de Devonshire en Inglaterra, celebró el regreso triunfal de una obra de arte del siglo XVII que había sido robada en un dramático allanamiento en 1979, solo para reaparecer más de 40 años después en una subasta en Francia.

Chatsworth House, cerca de Rowsley, Derbyshire, Inglaterra.

 La obra en cuestión es un pequeño y sutilmente monocromático retrato doble de dos hombres distinguidos, encerrados en ornamentados marcos. Pintada en la década de 1640, esta pieza lleva por título "Un doble retrato de Sir Peter Paul Rubens y Sir Anthony Van Dyck", y fue creada por el talentoso artista flamenco Erasmus Quellinus II. Quellinus, quien estudió bajo la tutela de Rubens, realizó este trabajo como un estudio preparatorio para un grabado planeado. La pintura fue prestada por su propietario, Chatsworth House, a la Towner Art Gallery en 1979 como parte de una exposición dedicada a las obras de Anthony Van Dyck.

 Sin embargo, la exposición se vio ensombrecida por el robo de esta pieza invaluable. En un acto audaz, los ladrones irrumpieron en la galería y se llevaron la pintura, dejando atrás otras obras de arte de mayor valor monetario. Durante décadas, el destino de esta obra permaneció desconocido, hasta que en 2021, un historiador del arte avistó la pieza en una subasta en Toulon, Francia. Según el vendedor, la obra fue descubierta en la residencia de sus padres fallecidos en Eastbourne, Inglaterra, aunque aún no se ha esclarecido cómo llegó allí.

Interior Chatsworth House, cerca de Rowsley, Derbyshire, Inglaterra.

 Tras intensas negociaciones, la pintura fue finalmente devuelta a Chatsworth House, marcando el emocionante final de una larga odisea. Sin embargo, el paso del tiempo y las circunstancias adversas habían dejado su huella en la obra, que requería una extensa restauración para remediar manchas y descamaciones. Los trabajos de restauración fueron confiados a los expertos conservadores de pintura Critchlow & Kukkonen, quienes lograron devolver a la obra su antigua gloria, limpiándola, reparándola y retocándola con delicadeza.

 Esta historia de recuperación es narrada con nostalgia por Peter Day, el guardián y bibliotecario de Chatsworth en ese momento, quien recuerda haber escuchado con pesar la noticia del robo por parte del undécimo duque de Devonshire. La reaparición de esta obra perdida durante tanto tiempo no solo representa una victoria para Chatsworth House, sino también un recordatorio de la capacidad del arte para sobrevivir y trascender los desafíos del tiempo y la adversidad.